EL COMIENZO DE LA CRÍA:

 

  AUTOR: Manuel Cárdenas Teno. Juez de Color del CJA.

 

Una vez estimo que los reproductores están preparados, procedo a juntar el macho con la hembra. Tal como dije anteriormente, los machos los he tenido independientes en la jaula donde realizarán la cría. Si el tipo de jaula me lo permite, suelo colocar una o dos semanas antes en la misma jaula a la hembra, separados por la rejilla. La observación de la actitud de ambos progenitores nos debe servir para quitar la rejilla en el momento adecuado.

Una costumbre bastante generalizada es la de juntar a todas las parejas el mismo día. Yo no lo hago así, pues esto provoca que algunas parejas que no están aun preparadas muestren conductas agresivas, que puede poner en peligro a alguno de los reproductores. Es por lo que, tras una adecuada observación de las parejas, las voy uniendo conforme creo que van estando preparadas, de tal forma que puede haber diferencias de semanas entre unas y otras en el momento de unirlas.

Una vez ambos progenitores están en el mismo habitáculo, podemos decir que comienza la cría. En este momento, la paciencia es la mejor de las virtudes, pues no podemos caer en el error de impacientarnos y cometer errores como separarlos, cambiar las parejas etc.

Estamos en el momento previo a la consecución de la primera puesta.

 

LA PRIMERA PUESTA: INCUBACIÓN Y RETIRADA DE LOS HUEVOS:

 

En el comienzo de la primera puesta podremos observar como unas parejas se acoplan mejor o de forma más rápida que otra. Poner material para la construcción del nido nos puede ayudar a observar el estado de encelamiento de la hembra, la cual como norma general, en un primer momento lo desperdiciará en su totalidad, quedando la jaula sucia y llena de pelo por todos lados. Es por lo que recomiendo no administrar mucho material en un primer momento, y esperar unos días, a que la hembra lo utilice para construir el nido. Llegado ese momento, hay que añadir todo el que sea necesario, pues de lo contrario podemos correr el riesgo de que la hembra arranque plumas al macho, sobre todo las de la cola, lo que puede tener como consecuencia que el macho entre en un estado de estrés y debilitamiento que puede hacer que la puesta tenga los huevos sin fecundar.

Una vez la hembra ha realizado el nido, sus visitas a éste serán cada vez más frecuentes, hasta el día en el que pone el primer huevo. Desde ese día, cada huevo que ponga la hembra, lo sustituiremos por otro parecido de plástico, y así sucesivamente hasta que termine de poner huevos, día en el que quitaremos del nido los huevos falsos y colocaremos todos los auténticos que le hemos ido quitando. De esta forma garantizamos que todos los polluelos nazcan el mismo día, circunstancia de máxima importancia, ya que de nacer uno cada día, las posibilidades de que los más pequeños salgan adelante, se reducen considerablemente.

Los huevos auténticos que quitamos del nido hay que guardarlos en un lugar seguro, libre de accidentes, donde no le de la luz del sol etc. Si los huevos vamos a tenerlos guardados más días de lo normal, es conveniente rotarlos o cambiarlos de posición.

A los trece días completos de incubación nacen los polluelos, aunque es bastante frecuente ver cómo algunos pollos nacen a los 14 ó incluso 15 días de incubación. Esto suele ocurrir principalmente en los momentos de la cría en los que hace mucho frío, o en el caso de que la hembra haya abandonado el nido de forma frecuente, interrumpiendo por lo tanto la incubación. Una vez más en este caso, la paciencia es la mejor de las virtudes, y no debemos caer en el error de abrir nosotros el huevo, impacientes por la eclosión de los mismos. La mayor parte de las ocasiones comprobaremos que el pollo estaba vivo pero aun sin estar completamente desarrollado y por lo tanto no preparado para romper el cascarón. Un día o dos más de paciencia hubiesen bastado para que el nacimiento llegase a buen puerto.

Sin embargo también hay ocasiones en los que, pasada la fecha prevista de eclosión, al romper el huevo comprobamos que el pollo está muerto, bien en su fase de embrión o bien ya como feto, incluso a veces plenamente desarrollado. Si finalmente decidimos romper nosotros mismos el cascarón, pasados ya algún día de la fecha prevista de nacimiento, podemos utilizar una sencilla prueba que nos permitirá comprobar si el feto está vivo y por lo tanto así poder esperar algún día más a que por sí mismo eclosione.

El procedimiento consiste en introducir el huevo en un vaso con agua tibia. Tras unos segundos flotando, si el feto está vivo notaremos unos pequeños movimientos del huevo. Por el contrario, si el huevo no se mueve lo más mínimo nos indicará que el pollo está muerto.

 

EL NACIMIENTO:

 

Pasado el décimo tercer día de incubación, en condiciones normales eclosionarán los huevos, dando lugar al nacimiento de los polluelos, los cuales en un principio estarán húmedos, mostrando el plumón como mojado y adherido a la piel. Pasadas unas horas veremos que su aspecto ha cambiado, mostrando un denso plumón, de diversas tonalidades en función del tipo melánico, concentrado principalmente en la zona de la cabeza y el dorso.

Previamente al día de la eclosión, es muy importante haber administrado a los padres la pasta de cría y demás alimentos (brócoli, lechuga etc ) con la que van a criar a sus crías, de manera que estén acostumbrados a comerla y no la extrañen.

Como sabremos, según nuestros apuntes, cuándo va a nacer una nidada, procuraremos que no falte esa pasta de cría y demás alimentos en el día del nacimiento, ya que son los primeros días de vida los más cruciales y con los que más cuidado hay que tener.

Algo muy importante a tener en cuenta es que la comida que utilicemos para que los padres empapucen a los polluelos, debe tener un alto contenido en humedad, ya que de recién nacidos, se deshidratan fácilmente por la falta de líquidos. Es importante también no administrar los primeros días una pasta excesivamente enriquecida con productos adicionales a la pasta que contengan un alto contenido en proteínas, debido a la dificultad que en los primeros días pueden tener para digerirlas.

 

EL ANILLADO:

 

A los 6 ó 7 días de vida, tendremos que anillar a los pájaros. Es muy importante hacerlo de la forma correcta y con cuidado, para no dañar la pata del pájaro. Una vez anillados, habrá que prestar especial atención a que los padres no intenten quitar la anilla a sus crías, lo que suele llevar como resultado que éstas caigan fuera del nido y terminen muriendo de frío. Especial cuidado debemos tener aquellos criadores que anillamos con anillas de colores, ya que son mucho más llamativas.

 

LA ALIMENTACIÓN DURANTE LA CRÍA:

 

Hay muchos libros publicados sobre la materia, donde se explica cómo debe ser la alimentación durante el período de cría, basados en los estudios sobre la nutrición de las aves en general o de nuestros canarios de forma más concreta. Yo me limitaré a exponer mi experiencia y mi proceder durante estos días tan cruciales en la vida de nuestros canarios, sin que dicha experiencia deba suponer el ejemplo a seguir, pues el gran número de criadores de canarios que existe hoy día, es proporcional al número y la variedad de métodos que cada uno utilizamos, y cada cual debe ser fiel a su proceder si éste le da óptimos resultados.

La alimentación durante los 5 ó 6 primeros días de vida: La base de la alimentación de los noveles es la pasta de cría. Yo utilizo concretamente la pasta seca de la marca Cédé. Esta pasta, que tiene un alto contenido en proteínas, es muy seca, por lo que es recomendable humedecerla. Yo lo hago directamente con agua, con un pulverizador, removiendo la pasta hasta que alcanza el grado de humedad y densidad deseado. Posteriormente añado brócoli picado, en una proporción de un 30 ó 40 % con respecto a la cantidad de pasta. Y finalmente, añado una pequeña parte de la misma marca de pasta, pero mórbida, lo que garantiza que la pasta mantendrá durante más tiempo la densidad y humedad que tiene recién hecha. De tal forma que la composición queda en torno a un 50 % de pasta seca, 30 ó 40 % de brócoli picado y 10 ó 15 % de pasta mórbida. A 1 Kg de pasta así preparada, añado 10 gr del producto Quiko Plus y 5 gr de Quiko Forte. Además añado 10 gr del probiótico Levolac, de la casa Inogán.

De todos estos elementos, para mí el fundamental es el brócoli picado, no ya por las propiedades del brócoli, que son muchas, sino más bien por que un alto contenido en brócoli en la pasta, asegura un adecuado contenido en humedad, la cual se mantiene durante más tiempo que si simplemente humedecemos la pasta con agua o con cous cous (se secan antes ), y también por que los reproductores comen mayor cantidad de pasta, lo que hace que a su vez los pollos reciban más comida.

 

Aproximadamente, a partir de la semana de vida, añado a la mezcla anteriormente explicada, semillas germinadas. A veces, por falta de tiempo, añado semillas remojadas, aunque noto que los resultados son más óptimos con el germinado.

Por las tardes, coloco un comedero con avena y perilla al 50 % que los padres devoran para posteriormente embuchar a sus polluelos. (esto sólo a partir de la semana de vida).